<<Para mà una sesión con Irene y los cuencos es una manera de llegar al estado meditativo desde el placer. El baño de sonido es mi momento de tranquilidad, de conectarme, de sentirme fenomenal. Cada baño es un viaje. Me sienta fenomenal, la verdad. Con su resonancia voy entrando poco a poco en mi paz. Me ayuda a ir conectándome por dentro hasta que de repente consigo estar, vamos, ¡en el cielo! en otro mundo, en otra historia, sin dolor ni malestar, disuelta en buenas sensaciones. Es como una puesta a punto, como empezar el dÃa de nuevo, más colocada y recargada. Muchas gracias Irene por tu delicadeza, precisión y dedicación en este acompañamiento>>.